Digamos que la teoría de las flores y su feminidad en O’Keeffe siempre me ha aburrido solemnemente. Lo siento.
El caso es que me he puesto a dibujar flores yo misma y estudiando me encuentro con estas obras de la O’Keeffe, acuarelas que son todo color y expresión.
Si, habla del cuerpo de femenino, pero es otro discurso, más texturoso y colorista quizás.
Las flores le trajeron de cabeza; o más bien esa interpretación sexual de su obra. Cuando empezó a mostrar esa serie de cuadros, junto con unas fotos de su entonces ya compañero Stieglitz desnuda; hicieron que la opinión pública se hiciera eco de aquella «sensual» artista. Sin intentar ir más allá.
«Pasó su infancia en Wisconsin, estudió arte en Chicago y Nueva York hasta que en 1912, tras estudiar las ideas de Arthur Wesley Dow, su discurso artístico cambió radicalmente. Se trataba de poner más énfasis en la composición y el dibujo como alternativa al realismo. Experimentó mientras enseñanza arte en Carolina del Sur y Texas, buscando una serie de trabajos abstractos donde expresar sus ideas y sentimientos. Estos dibujos llegaron a Alfred Stieglitz y el resto es historia: para mediados de los años ’20, O’Keeffe ya era reconocida como una de las artistas americanas más importantes del momento.
Podemos decir que pintó América, Estados Unidos. Representó desde la modernidad de sus rascacielos hasta el color del desierto de Nuevo México (ademas de las flores…). Ahí reside mucho del valor de su obra. En los años ’50 viajó fuera del país y representó también otros paisajes como las montas de Perú o el monte Fuji en Japón. A los 73 años comenzó una serie de obras focalizadas en nubes y ríos bajo ellas.»
Fuente Museo O’Keeffe
Una se queda pensando al final, que el paisaje fue su gran acierto; y no las flores. Su respuesta emocional al paisaje.
Más obras aqui.
Un documental de la BBC sobre ella:
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